Uno de los principales inconvenientes que existe a la hora de iniciar un negocio es que hacerlo solo requiere mucho más esfuerzo que cuando te decides a hacerlo acompañado pero, cuando estas acompañado, ponerte de acuerdo en los objetivos y hacer que el compromiso junto con el rendimiento del equipo estén al mismo nivel es algo complicado de lograr.
Lo mismo ocurre en las empresas, que necesitan personas comprometidas con su trabajo con buena actitud a la vez que una efectiva dinámica de gestión de grupos. En este sentido nace el Employer Branding, una estrategia que surge de la incorporación del Marketing a los Recursos Humanos, con el objetivo de generar una imagen de organización exitosa, para atraer nuevos talentos.
Las empresas destinan un importante presupuesto en reclutamiento y selección de personal para conformar sus equipos, pero también es importante dedicar tiempo a formarlo y fidelizarlo.
Así nace una nueva tarea para el empresario, fidelizar al personal, al cliente interno, porque los primeros que se tienen que sentir escuchados, comprendidos y valorados son ellos. Y, si esto es así, conformar equipos de trabajo, sacar adelante proyectos y cumplir los objetivos propuestos será mucho más sencillo.
Así pues, las empresas que, hoy por hoy, comparten esta mentalidad y se preocupen por introducir estratégicamente conceptos de Employer Branding en su actuar, en su filosofía de empresa, seguro atraerán el mejor talento del mercado, conformarán excelentes equipos y obtendrán inmejorables resultados.